viernes, 10 de agosto de 2012

LA DEIDAD DE YESHUA Y LA TRINIDAD EN LOS LIBROS DE JUDAISMO




LA DEIDA DE YESHUA Y LA TRINIDAD EN LIBROS DE JUDAISMO
El motivo de este post,es mostrar que aun en los libros del judaismo,como Talmud,Zohar, etc...aparecen conotaciones alusivas, a la Deidad y a la Trinidad, cierto es que desde el prisma evangelico el judaismo no ve ninguna de estas verdades,por su velo hacia Jesus o Yeshua, lo mas llamativo, que los grupos judaizantes no conozcan estos libros y...
menos lo que citamos, lo pongo en el post ,para que lo estudieis , y os sirva de apoyo y tambien para quien presume de judio o seudojudio, que aun en los libros de judaismo aparecen estas verdades que ellos rebajan,
la deidad de Yeshúa (Jesús) deriva de una comprensión de la descripción de Dios que viene de un cuidadoso estudio de la Tanak (Biblia hebrea compuesta por: Toráh=Pentateuco / Nebi'ím=Profetas / Ketubím=Escritos). Tal estudio revela la naturaleza “paradójica” del Dios de las Sagradas Escrituras. Ellas muestran un Dios que atraviesa la distancia desde “HaMakom”(el Lugar) hasta el Malak HaShem (Ángel de Dios), desde el Adón Olam (Soberano del Universo) a la Shekjinah (la Presencia). Tal Dios comprende “Ikar” (Gloria) como también a la “Memra” (la Palabra), tal y como es descrito en el “Tárgum” (paráfrasis aramea del Tanak) y quien es “glorioso en santidad” como lo dice la liturgia judía en “Mikamokja” (Quién como Tú, el cual se involucra voluntariamente en la historia de su pueblo (como en el Mar Rojo); quien crea el universo, camina en el Gan Edén (Jardín de Edén), truena en el Har Sinaí (Monte Sinaí) y cena con los ancianos de Israel (Shemot/Exodo 24)”.
Estas descripciones de Dios resultó en que los antiguos sabios rabínicos reflejaran en sus enseñanzas y escritos este cuadro paradójico de Dios y los misteriosos caminos por los cuales Él interactúa con su mundo. Ellos percibieron, no solamente una comprensión de su universo multidimensional, sino que su Creador es mucho más que eso y entendieron que esa realidad – contraria a la teoría – tiende a ser mas un “producto en proceso” que un “bien acabado”.
Dios es HaMakom, “el Lugar” ¿Dónde? ¿Qué lugar? Simplemente, Él es el lugar, cual sea el lugar. En otras palabras, los Sabios el entendieron a las Escrituras cuando muestran claramente que Dios no puede estar contenido en el universo (1ª Reyes 8:27) no quedando ningún lugar específico, pues Él habita en la expansión y más allá. Está en cada lugar porque está más allá de cada lugar y como Malak HaShem (Ángel de Dios), esa figura angélica sobrenatural, la cual aparece en varios lugares específicos a varios individuos (ejemplo: A Jacob en Bereshit (Génesis) 32 y a Gedeón en Jueces 6). Y luego Elohim habita como la Shekjinah, su propia, real y clara Presencia en lugares (Ex. 40:34-38; 1ª Reyes 8:27) y sobre personas como Rúaj HaShem (Espísitu Santo Ex. 31:1-3). Sea que venga como HaMakom, o Malak HaShem o Shekhjinah , o Rúaj HaShem, sigue siendo Adón Olam (Señor del Universo).
Así fue como los Sabios Judíos reconocieron y describieron a Dios desde los textos bíblicos y así lo escribieron en sus textos litúrgicos. Esta fue la forma como manejaron la información para construir el cuadro paradójico que muestran las Sagradas Escrituras Hebreas sobre Dios. Como contestó David Stern en 1993 a un grupo del Tour Experiencia a Israel cuando le preguntaron sobre la Triunidad: “Sea que la llames Trinidad o Tri-unidad, la fuente de eso está en las Escrituras Judías”.
Si revisamos algunas fuentes rabínicas encontraremos interesantes reflexiones y descripciones tocantes al tema, por ejemplo las discusiones sobre la Shekjináh en los Textos del Mesías de Rápale Patai: “La Shekináh es la presencia de Dios personificada. En el período Talmúdico, la Shekináh era identificada con el “Espíritu Santo”. Estos conceptos originalmente imaginados (hipostáticos) aspectos de la Deidad, gradualmente asumió un carácter independiente y llegó a ser concebido como una divina entidad.
La “Memra” (Palabra) de los Tárgumes (paráfrasis aramea del Tanak) fue desarrollada conceptualmente del mismo modo, así el Tárgum Onkelos traduce
• Génesis 15: 6 así “Y Abraham creyó en la Memra de Adonai y le fue contado por justicia”;
• Y en el Tárgum Jerusalem se lee, en
• Génesis 22:14 “Y Abraham adoró y oro en el nombre de la Memra de Adonai, y dijo: Tu eres el Adonai que se ve, aunque Tu no puedes ser visto”.
En estos dos textos y en muchos otros textos la “Memra de Adonai” reemplaza a Adonai (YHVH) que se haya en el texto hebreo de las Escrituras. Se puede notar también que “Metatrón”, que también aparece en las especulaciones del Zohar, junto con el “Pilar del Medio” de la Deidad (Zohar, vol. III, Ra’aya Mehaimna, p 227, Edición Ámsterdam-inglés) y como “Sar haPanim” (el Príncipe del Rostro -los rostros- de Dios), es descrito en el Talmud como “el que se sienta en el Trono de Elohim” (Sanhedrín 38b). El Tárgum Jonathán (Is. 9:6) se une a las descripciones sobrenaturales del Mesías cuando comenta: “Un hijo nos es dado… desde el principio su nombre ha sido pronunciado…Pele Yoetz, El Guibor, Avi ad, Sar Shalom [Consejero, Dios Todopoderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz], Mesías durante aquellos días donde la paz abundará sobre nosotros”. En los Midrashím (en Mislei 57ª se habla en términos similares “El Mesías es llamado por ocho nombres…’Moshíaj, ‘El” (Dios), ‘Guibor (héroe) y ‘Avi Ad Shalom’(Padre Eterno de Paz)”.
David Flusser escribió lo siguiente: “Las raíces de la creencia en la deidad del Mesías son profundas en las ideas Judío Mesiánicas… [estas] son heredadas de algunas creencias apocalípticas judías en un Mesías cósmico, sobrenatural que aparecería en las nubes del cielo (Daniel 7:13)… [estas] también son adoptadas de la creencia judía en un Mesías que existía antes de la Creación del universo… por lo cual, tanto las doctrinas del Logos y de la Encarnación tienen fundamentos judíos desde los cuales emerge el Divino Mesías”
En conformidad con esto, justamente el Zohar (Libro del Esplendor) especula sobre el Shemá (Vol III, p. 288; vol.II, p.43): “¿Por qué hay la necesidad de mencionar el nombre de Dios tres veces en el verso? La primera ‘Adonai” es el Padre arriba; La segunda, es “el Tronco de Isaí [Yishai]”, el Mesías que ha de venir y el tercero es aquel que está en el camino de arriba. Y estos tres son uno… el Anciano Uno es descrito como siendo tres, porque las otras luces que emanan de él están incluidas en los tres. ¿Pero cómo pueden tres nombres ser uno? ¿Son realmente Uno porque le llamamos Uno? Cómo tres pueden ser Uno, solo puede conocerse por la revelación del Espíritu Santo”.
No es menos asombroso que dos diferentes enciclopedias judías anotan lo siguiente: “La Cábala por un lado, especialmente el Zohar, su obra fundamental… por sus especulaciones concernientes al padre, el hijo y al espíritu, envuelven una nueva trinidad” o, “… todo poder es emanados de arriba, allí existe “en la raíz de todas las raíces” tres luces ocultas las cuales no tienen comienzo… Es afirmado que estas tres luces constituyen una esencia y una raíz, la cual está ‘infinitamente oculta’, formando un tipo de trinidad cabalística.”
Pero, este tipo de especulación no está limitada al Zohar. Revisemos a Filo (Cuestiones sobre Génesis, IV,2): “… es razonable para uno ser tres y para tres ser uno; porque ellos son uno por un principio muy alto… tiene la apariencia de una tríada… no puede ser visto en su unicidad sin algo más, el principal Poder que existe inmediatamente con él… el Creativo el cual es llamado Elohim y el Real el cual es llamado Adonai… [Abraham] comienza a ver al soberano, santo y la divina visión en tal modo que una simple apariencia que aparece como una tríada y la tríada como una unidad”.
Este mismo tipo de reflexión es expresada en una de las oraciones del Majzor Rabá (Sidur de oración para las fiestas): “He aquí yo preparo mi boca para dar gracias y alabanza a mi Creador en el nombre de la Santa Unidad, bendito sea Él, y a su santa Shekináh, por la mano de Él quien está “oculto y escondido” (una descripción rabínica del Mesías), a nombre de todo Israel.”
Esto suena similar a la oración aramea que se halla en algunas hagadot de Pésaj, exactamente antes de comer el Aficomen: “Estoy listo y preparado para cumplir el mandamiento de comer el aficomen, para unir al Santo, bendito sea Él y a su Divina presencia a través del Oculto y Secreto Guardián que está sobre todo Israel”
Un interesante que ilustra sin intención viene de una revista judía de los Estados Unidos llamada “Moment”, escrito por el autor: “Rellena los espacios en blanco en la siguiente declaración… ‘la vida física de ____________ nunca operó de manera familiar para nosotros y esa verdadera vida física continúa con la misma fuerza de antes. Más que esto… _____________es el “amo de la casa” (BA’AL HABEIT) con respecto a todo lo que le sucede a él y todo lo que sucede al mundo. Sin su permiso ningún evento sucede y si es su voluntad, puede en cualquier momento mover su sentido físico para actuar de una manera que nos sea familiar y su tardanza en hacerlo, es solamente el resultado de que no está en su voluntad en hacerlo”. La respuesta seguramente es clara, la palabra que hay que colocar en los espacios en blanco debe ser ‘Jesús’. Quizás se trata de una declaración cristiana o posiblemente de un tratado de ‘Judíos por Jesús’. Fallamos nuevamente, la respuesta correcta es Rabí Menachem Mendel Schneerson, “el Rebbe”, quien falleció en 1994. La cita no es ni de cristianos ni de Judíos por Jesús, sino de Rabí Yitzchak Ginsberg, un “masfía”(mentor religioso), de una Yeshiva (escuela rabínica) en Kfar Chabad, el mayor centro Lubavicht de Israel. La declaración aparece publicada en 1996, en un catecismo de Tzfad (Safed), Israel con el propósito de dar respuesta sobre el Mesías y la Redención”.
De tal manera, sin legar a conclusiones definitivas acerca de la verdad bíblica de la Deidad de Yeshúa, todo nos lleva a afirmar que la idea de un Mesías divino no proviene del mundo helenístico (griego) o pagano, sino que es una antigua discusión que ha alcanzado incluso, a los tiempos modernos y que esa discusión acerca de la “tri-unidad” de Dios y la deidad de Yeshúa es auténticamente judía en su raíz. Quizás esto fue lo que llevó a Rachmiel Friedland, aquel erudito polaco, sobreviviente del Holocausto nazi y precursor del moderno Judaísmo Mesiánico del siglo XX a escribir un tratado con el título “la Trinidad es Judía”.
Pensamientos Finales
Todo el panorama de las discusiones sobre la tri-unidad de Elohim y la deidad de Yeshúa, nos introduce al campo de intentar entender, a un nivel humano, la naturaleza de Di-s. Cualquiera de tales descripciones y expresiones pueden únicamente resbalar y caer fuera de su realidad. Bien hace Isaías cuando cita a Elohim en Isaías 55:8-9 “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos – declara el ETERNO –. Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”
“Quienquiera que explique el misterio de la Trinidad con certeza ha llegado muy cerca de un milagro… en una discusión entre dos personas sobre la Trinidad, cualquiera de los contenidos que cada uno exponga acerca de trinidad es herético y prestado del credo Atanasiano y aun el que discuta no se salva por justo que sea lo que diga”. (citado de un foro de discusión de Internet, posteado por H.Meyer en 1999).
El famoso predicador Charles Spurgeon una vez dijo: “Así como una garganta que puede beberse el agua del océano es una criatura finita que pueda comprender al Eterno


3 comentarios:

  1. Saludos.
    Los judeocristianos (nazarenos/ebionitas) nunca creyeron en una trinidad. Para ellos el Mesías pre-existente y el Espíritu Santo (santa inspiración) eran dos ángeles junto al Padre, solo YHWH el Padre era visto como único Creador y Dios verdadero. La idea de un Mesías celeste fue inspirada por Daniel 7:13,14 (4Q246) y el Espíritu Santo como un ángel fue inspirada por la doctrina esenia de los dos espíritus (Documento de Damasco cap. III, 20-21) en que el Espíritu es llamado "Príncipe de las luces". Pueden confirmarlo en el apócrifo judeocristiano de fines del siglo I llamado "Ascensión de Isaías".

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  2. En el mismo Zohar se interpreta: "Cuando leemos 'Shemá, Israel: Adonai Eloheinu, Adonai Ejad', debe entenderse que en Hashem hay Tres: Adonai, Eloheinu y Adonai, como se deja ver en la alabanza de los Serafim: 'Kadosh, Kadosh, Kadosh...'" Además, el Hebreo "Ejad" no significa "uno", sino "unidad compuesta".
    Arte: Vilyam ben Rammar etz.

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